ilustración : ma_rish (iStock)
Él es Tieso, mi amigo buey
Buey, buey, buey… Estabilidad, fuerza, paciencia, esfuerzo… Sin duda la forma en que te vemos algunos es digna de admiración.
Buey, buey, buey; ojala no te mantuvieran tan ocupado para que me oigas cantarte a los oídos.
Buey, buey, buey… ¡Espérame que un abrazo quiero contigo!
Siempre me han encantado los animales, no son pequeñas ni grandes alma, opino que las almas no tienen tamaño, sería como decir que tal animal es mejor que otro animal, sin embargo todos merecen dibujarles una sonrisa en mi mente.
Buey, buey, buey… ¡Espera que ya va a acabar!
Hay un buey al que le puse el nombre de Tieso porque siempre esta cauto como si alguien estuviera observándolo constantemente y él lo supiera. Lo que sí, ahora lo puedo entender un poco porque al parecer si no hace su trabajo lo trabajan con una varilla. No me gusta que usen la varilla con el buey ¿Qué acaso no le pueden decir que haga su parte y después le dan un rico pasto?
Bueno, lo que en verdad quería contarles es que Tieso ya no esta pastando, tampoco arando o cruzándose por la carretera tontamente como hacia cuando se perdía con sus primos. Tieso esta tal como su nombre lo sugiere, y así es mi último recuerdo de el… lo querían matar para comérselo porque se supone que ya era su hora.
Que se va hacer viejo y no servirá para nada, decían.
Tuve que hacerlo yo… Lo lleve bien lejos, caminando hasta que me sangraron los pies: a mis pisadas las acompañaban mis lágrimas pero seguí luchando para llevar a Tieso lejos de los dientes mezquinos de mis pariente. No llegamos muy lejos porque se cansó muy rápido, y cuando ya se estaba haciendo de noche aparecieron unos pumas: gatitos grandes que me habían dicho cazaban por estos lugares
¡ Pero a mi se me había olvidado!
En eso tieso se puso nervioso y yo también, tanto así que quería gritar pero no me salía la voz, solo veía los ojos de los pumas destellando por el hambre. Ellos también querían comer carne, también querían a Tieso, pero además me miraban a mi. Lo noté y tampoco pude gritar en mi segundo intento.
No se de donde tieso saco las ganas pero se estiro al contrario de como lo describe su nombre y embistió a los dos pumas: ¡ En ese momento salí corriendo ! Llorando y con espinas en la planta de los pies, vi una luz a lo lejos; era mi tío Juan que que llevaba una linterna buscándome. Cuando se acerco más di un salto y me aferré a su pierna, apuntó con su linterna para ver que pasaba por donde yo venia.
‘Mal… mal’, dijo para el mismo.
Vámonos, me ordenó suavemente.
Nos volvimos rápidamente y la verdad es que no me acuerdo de nada más; solo que desperté y cuando pregunté que comeríamos dijeron que no comeríamos carne así que me alegre por Tieso pero cuando después pregunte por el, mi tío Juan me dijo:
—Estoy bebiendo de uno de sus cuernos, algo que dejaran esos gatos, tuviste suerte mija… tuve que limpiar el cuerno porque estaba lleno de sangre de puma, sin duda dio la vida para protegerte de esas fieras.
Así es como tieso es convirtió en mi héroe. Igual es un poco triste porque al final no lo pude salvar de su muerte, pero por lo menos murió después de una espectacular embestida, en todo lo que es su naturaleza, y no como mi mascota que mi familia quería comer.