Este poema es del 2016, lo tenia guardado por ahí. No es necesariamente lo que quería para empezar el Blog, dada su naturaleza poco positiva, pero bueno, es para atreverme a mostrar de todo. Incluso lo que da vergüenza o podría situarnos en un perfil no muy «popular» jajajaj. La idea es pasar por experiencias donde uno se sienta vulnerable, para liberarse. Destaco que ya no escribo, espero, menospreciando a mi persona ( alguien lo podría interpretar así) . También, no hay que olvidar, que en la poesía como en el arte (por lo menos para mi y muchos) hay una gran exageración hacia los detalles. Con la excusa ya escrita, aquí va:
Calamidad
Desde la lejanía de mi vergüenza, bajo la guardia. Suelo recordar el constante atrevimiento de tu existencia en mi rutina, el sentimiento quiere explotar fuera de mi cuerpo y hacer lo más osado contigo desde el anhelo más sincero, con una profunda evocación de deseo, no se si es correspondido o no, pero yo sé que sí, pero enterremos eso; lo primario es lo que siento ahora, porque no vale la pena hablar del pasado cuando fue de la misma manera o hablar del futuro, cuando será también de la misma manera.
En mis sueños hemos convivido, apartarte parece prohibido, ¿Acaso significa algo? No parece mi voluntad, es incontrolable, mi anhelo por un segundo de tu atención es como un imán imposible de romper, simplemente es así, tengo ganas de desaparecer o que tú aparezcas, sacrificaría toda mi vida en sacar la espada de la piedra con tal de sacarte de mi cabeza.
Por otro lado, mis palabras hacia ti pueden ser nada más que un producto de una enfermedad, de un trauma que fue destinado a padecer y humillarse ante tu cuerpo y esencia ¿Acaso te deseo la misma enfermedad? ¿Es posible poder caer en la demencia, solamente para pertenecer a la posibilidad de compartirnos sollozos y alegrías?
Quisiera tener la voluntad para demostrarte la intensidad de mi silencio, que me grita y azota, alegando por una voluntad que se desvanecerá, como escupo en el desierto, a nadie le importa… patético… patético.
Oh, por favor, decepcióname, denigra la dedicación de mi mirada al hablarte, así sería tan fácil. Marchita todo, aléjate, límpiame con tu ausencia y no me recuerdes a nada, desaparece de mis ficticios sueños.
Fuego, fuego es lo que se necesita, pasión por mi persona. Pase lo que pase siempre volveré, en mi propia sombra, a la soledad, a mis paredes, sin nadie que me observe como yo observaba, pero así está bien. Espero algún día cuides de mí, quererme y respetarme, ya que por el momento, empiezo y termino, en un presente solitario.
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