Siempre he creído que la luna ejerce una poderosa influencia sobre nosotros; es misteriosa y parece trabajar a niveles profundos de nuestra consciencia. Es así, como una vez, en el campo de mis bisabuelos; salí y me adentré en la niebla de la noche, sin poder ver nada a más de un metro.
Quería saber dónde se estaba escondiendo mi farol favorito, además era Luna ella, por lo que la deseaba y extrañaba mas que lo usual. Estaba decidido a encandilarme con su hermosura, quería hablarle y dormir junto a ella. Llegado el momento, la logré alcanzar, más aún, la estaba tocando.